Promover una alimentación saludable: enseñar al niño hábitos de alimentación saludables y establecer horarios regulares para comer.
Estimular el ejercicio: alentar al infante a realizar actividades físicas de forma regular para ayudarlo a mantener un peso saludable.
Evitar el comentario sobre el peso y la apariencia: es importante evitar comentarios sobre el peso y la apariencia del niño para evitar la presión social o autoimponerse una imagen corporal inadecuada.
Hablar sobre los sentimientos, no sobre la comida: es importante abordar los problemas emocionales y sociales del niño en lugar de enfocarse exclusivamente en la comida.
Asegurar un ambiente seguro y cariñoso: los niños necesitan un entorno seguro y cariñoso para desarrollarse saludablemente. Asegurarse de que reciban amor y apoyo de sus familiares y amigos.
Ofrecer una variedad de alimentos saludables: ofrecer al infante una variedad de alimentos saludables para ayudarlo a desarrollar una dieta equilibrada.
Fomentar la autonomía del niño: permitir que el niño tome decisiones sobre lo que come y cómo lo come le ayudará a desarrollar una sana relación con los alimentos.