Translation missing: es.general.search.info_search

Carrito

Cerrar

3 y 6 msi Paypal o MercadoPago | Quincenas Kueski

COMPRA O DUDAS POR TELÉFONO - TEL. SHOWROOM (11:00am-20:00pm): "(55) 55 285 673"

DUDUK

DUDUK

El Poder del Ejemplo: Por Qué los Niños Aprenden Más de lo Que Ven que de lo Que les Decimos

Cuando se trata de la educación y el desarrollo de los niños, a menudo damos por sentado que nuestros consejos y advertencias serán escuchados y seguidos. Sin embargo, la realidad es que los niños, más que obedecer nuestras palabras, tienden a replicar nuestras acciones. La influencia del ejemplo es tan poderosa que, a través de lo que ven en nosotros, los niños forman sus valores, actitudes y respuestas emocionales. Pero, ¿qué sucede cuando las acciones de los padres no coinciden con sus palabras? ¿Y cómo impactan en ellos las mentiras "blancas" bien intencionadas, como las historias de Santa Claus o el Ratón de los Dientes?

En este artículo, exploraremos el poder del ejemplo en la educación de los niños, la influencia de las mentiras permitidas socialmente y cómo podemos mantener un equilibrio saludable entre preservar la magia de la infancia y promover la honestidad y la confianza en la relación con nuestros hijos.

El Poder del Ejemplo: La Verdadera Influencia en el Desarrollo de los Niños

La psicología del aprendizaje observacional, desarrollada por Albert Bandura, nos muestra que los niños aprenden la mayoría de sus comportamientos observando e imitando a las personas en su entorno, especialmente a aquellas que consideran modelos, como sus padres. Este proceso se basa en cuatro etapas fundamentales:

  1. Atención: Los niños observan atentamente el comportamiento de las personas que los rodean.
  2. Retención: Los niños almacenan lo que han observado en su memoria.
  3. Reproducción: Los niños intentan imitar el comportamiento en situaciones similares.
  4. Motivación: Si el comportamiento imitado resulta en un resultado positivo, es más probable que se repita.

Esta teoría nos ayuda a entender por qué los niños tienden a copiar lo que hacemos, incluso cuando nuestras palabras expresan algo diferente. Por ejemplo, si un padre le pide a su hijo que trate a todos con respeto, pero el niño ve a su padre hablar mal de otras personas a sus espaldas, es probable que el niño adopte este comportamiento en lugar de seguir las instrucciones verbales.

La Importancia de la Coherencia entre lo que Decimos y lo que Hacemos

Cuando las acciones y las palabras de los padres no coinciden, los niños experimentan lo que se llama “disonancia de valores”, una incongruencia que puede afectar su desarrollo emocional y su confianza en los padres como figuras de autoridad. Por ejemplo, si un padre le dice a su hijo que debe ser honesto, pero luego miente para evitar una situación incómoda, el niño aprende que mentir puede ser aceptable en ciertas circunstancias.

Ejemplo: Un padre que le dice a su hijo que no debe mentir, pero luego le pide que diga a una visita que no están en casa, está enviando un mensaje contradictorio. El niño podría pensar: “Si mentir está mal, ¿por qué papá lo hace?” Esta confusión puede llevar al niño a desarrollar una percepción distorsionada sobre la honestidad y la verdad.

El Impacto del Ejemplo en el Desarrollo Emocional y Social de los Niños

Los estudios en psicología del desarrollo muestran que el ejemplo de los padres es fundamental en la formación de habilidades emocionales y sociales. Los niños que observan a sus padres manejar el estrés con calma, resolver conflictos de manera pacífica y tratar a los demás con respeto, son más propensos a adoptar estas habilidades. Por otro lado, aquellos que observan comportamientos agresivos, deshonestos o irrespetuosos pueden internalizar estos comportamientos como formas aceptables de relacionarse con los demás.

Ejemplo práctico: Si un niño observa a su madre manejar el tráfico con paciencia, sin gritar ni maldecir, aprende a lidiar con la frustración de forma calmada. Sin embargo, si ve que su madre grita a otros conductores cuando está estresada, es probable que desarrolle una respuesta agresiva al estrés.

Las Mentiras “Blancas” y su Impacto en la Percepción de los Niños

Ahora bien, ¿qué sucede con aquellas mentiras que se consideran socialmente aceptables y que los padres cuentan con la intención de preservar la inocencia y la magia de la infancia? Historias como la de Santa Claus, el Ratón de los Dientes o el Conejo de Pascua son ejemplos clásicos de mentiras “blancas” que, aunque bienintencionadas, pueden tener implicaciones en la percepción del niño sobre la verdad y la confianza en sus padres.

¿Qué Percibe un Niño Cuando Descubre la Verdad?

  1. Confusión sobre la Verdad y la Mentira: Los niños pequeños no comprenden completamente las diferencias entre la verdad y la mentira. Cuando descubren que personajes como Santa Claus no son reales, pueden experimentar una confusión temporal sobre lo que es real y lo que no. Pueden preguntarse si otras cosas que se les han dicho también son mentiras.

  2. Percepción de la Credibilidad de los Padres: La credibilidad de los padres es fundamental en el desarrollo de la confianza. Si el niño siente que ha sido engañado o ridiculizado al descubrir la verdad, esto puede afectar la percepción que tiene de sus padres como figuras honestas y de confianza.

  3. Mensajes Contradictorios sobre la Verdad: Cuando los padres enseñan que mentir está mal, pero luego mantienen una historia ficticia como la de Santa Claus, se crea un mensaje contradictorio para el niño. Es fundamental aclarar la diferencia entre mentiras malintencionadas y las “mentiras mágicas” para que el niño no desarrolle una idea distorsionada sobre la verdad.

Cómo Manejar la Revelación de la Verdad de Manera Saludable

Cuando los niños comienzan a sospechar que estos personajes no son reales, es importante que los padres manejen la situación con sensibilidad para que no se sientan avergonzados o traicionados. Aquí te damos algunas estrategias:

  1. Explicar el Propósito de la Historia:

    • Explícales que estas historias son parte de tradiciones culturales que buscan hacer la infancia más divertida y emocionante. Esto les permite entender que no se trataba de un engaño, sino de una forma de crear alegría compartida.

    Ejemplo de diálogo: “Sé que descubrir que Santa no es real puede ser confuso, pero mantener viva la historia de Santa es una manera de celebrar la Navidad con ilusión y amor. Ahora que sabes la verdad, tú también puedes ayudar a hacer que la Navidad sea especial para otros niños más pequeños.”

  2. Reafirmar la Honestidad y la Confianza:

    • Reitera que siempre estarán ahí para decirles la verdad sobre cualquier cosa que les preocupe. Aunque Santa no era real, la honestidad y el amor de los padres sí lo son.
  3. Respetar el Momento de la Revelación:

    • Deja que sea el niño quien marque el ritmo. No es necesario forzar la verdad antes de tiempo, ya que esto puede romper bruscamente la magia de la infancia.

Reflexión Final: ¿Qué Enseñamos con Nuestras Palabras y Nuestras Acciones?

Ser un buen ejemplo no significa ser perfecto. Significa ser consciente de cómo nuestras acciones impactan a nuestros hijos. Antes de decirles que deben actuar de cierta manera, pregúntate: “¿Estoy modelando este comportamiento?”. A su vez, las mentiras bienintencionadas pueden ser una oportunidad para enseñar a los niños a navegar la complejidad de las normas sociales y la naturaleza de las historias que compartimos como sociedad. Al final, se trata de mantener un equilibrio saludable entre preservar la magia de la infancia y ser honestos con nuestros hijos, guiándolos para que entiendan que la verdad y la imaginación pueden coexistir en un entorno de amor y confianza.

Publica un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

Scroll To Top

#title#

#price#
×