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La cama Montessori ha sido diseñada para tener un único objetivo: promover una mayor autonomía e independencia por parte del niño, haciéndolo pasar a tener un papel mucho más protagónico en lo que respecta a su aprendizaje, permitiéndole descubrir y entender mejor el mundo que lo rodea. Como es evidente, para poder lograr este objetivo, es necesario que muchos de esos objetos que pasan a formar parte de la cotidianidad sufran un cambio; la cama es uno de ellos.

La cama es uno de esos elementos que suelen contar con muy poca atención y, paradójicamente, cumple un rol importantísimo en la vida de cualquier niño. Garantiza un sueño profundo y reparador, transmite bienestar al niño y le brinda libertad en cada etapa de su desarrollo.

¿Qué esperar de una cama Montessori?

Como norma fundamental, es recomendable utilizar una cama Montessori cuando el niño se encuentra en su cuarto mes de vida. Algunos padres deciden utilizarla antes, recurriendo a pequeñas colchonetas para que el bebé duerma cómodo y seguro. De esta forma, cuando el bebé comience a gatear, ya podrá tener su primera cama Montessori. El momento en que los bebes empiezan a experimentar el mundo por su cuenta es el indicado para que disfruten de una cama Montessori, pues es cuando las camas que se encuentran al nivel del suelo tienen mas valor.

Algunos de los diseños de la cama Montessori están orientados a una pequeña abertura para que él bebé pueda acostarse y levantarse en el momento que lo desee. Como es evidente, en función del crecimiento del niño (cuando empiece a caminar y a tener una mayor soltura), se podrá optar por elevar la altura de la cama Montessori, siempre teniendo en cuenta que el niño pueda subir o bajarse solo.

Beneficios de una cama Montessori

Es de suma importancia que encontremos la cama adecuada para el niño; una que se adapte a sus necesidades y, sobre todo, a su personalidad. Una cama Montessori cuenta con una muy pequeña elevación, lo que significa que el colchón se ubica prácticamente al nivel del suelo. Esto traque consigo una serie de interesantes ventajas. Para empezar, este tipo de camas se encargan de estimular el sentido de independencia del niño. No solo se adaptar a su tamaño, sino también al nivel de su desarrollo.

Como ya hemos comentado, la cama Montessori hace que el niño pueda descubrir su entorno de una forma mucho mas sencilla, pudiendo subir y bajar de ella en el momento que el o ella desee. Por otro lado, también podrá acostarse cuando sienta sueño, lo que ayudará en todo lo referente a la seguridad en la toma de decisiones.

Una cama Montessori también cuenta con la importante característica de la seguridad. Estas camas se encuentran prácticamente en el suelo, por lo que  el riesgo de que el niño se caiga y se de un mal golpe es bajísimo. Por otro lado, al no contar con los clásicos barrotes que usualmente se ven en las cunas, la cama Montessori hace que no ocurra el problema de que el niño se quede atrapado entre ellos.

Una última pero importantísima propiedad de una cama Montessori, es que los padres no necesitan acercarse para sacar al niño de la cama. Esto es muy positivo debido a que ayuda a que los niños puedan tener una mayor libertar, independencia y, en ultima instancia, les permite fomentar muchísimo su aprendizaje.

¿Cuándo es el mejor momento para que un niño tenga su primera cama Montessori?

Tengamos siempre en mente que cada niño es un mundo, por lo que, en realidad, no es posible establecer un parámetro que nos ayude a determinar el mejor momento para comprar una de estas fabulosas camas. Sin embargo, debido a la gran versatilidad que suelen presentar, una cama Montessori podrá adaptarse sin ningún problema al crecimiento del niño, lo que permite abarcar diferentes etapas de su desarrollo sin la necesidad de estar comprando diferentes camas cada año.

Al final del día, lo usual es que, a partir de los 3 meses, un niño se encuentra en condiciones de hacer uso de este tipo de cama Montessori. Pueden llegar a ser utilizadas, en algunos casos, incluso para las etapas mas tempranas de la adolescencia.

Consejos de decoración para una cama Montessori

Debido a que la idea detrás de una cama Montessori es que los niños puedan contar con una mayor independencia y libertad, es importante que acompañemos a esta maravillosa cama de una forma coherente, que el resto de la habitación no entre en conflicto con esta idea de libertad para el niño.

Lo primero que debemos considerar es, lógicamente, no saturar la habitación de objetos. Es importante que el niño tenga espacio para moverse con total libertad. El uso de los colores también es algo en lo que es importante tener cuidado. Usualmente son los colores cálidos los que se asocian con la imaginación y, adicionalmente, son colores que ayudan a dar un ambiente de relajación.

Siguiendo con la filosofía de una cama Montessori, es importante que los otros muebles que se coloquen en la habitación puedan acompañar al niño, permitiéndole desarrollarse mejor, por lo que es recomendable que cualquier mueble que se coloque sea de fácil acceso. Con esto incluso puede fomentarse que este aprenda a recoger y guardar sus juguetes por su cuenta.

Otro punto que se suele tomar en cuenta es el uso de alfombras, que abarcan hasta el pie de la cama. Esto se sugiere por el simple hecho de hacer el suelo un poco mas seguro para el niño.

En conclusión, una cama Montessori, adquirida en el momento correcto, puede significar no solo un ahorro importante de dinero, sino que también una forma alternativa, pero totalmente validad, de ayudar en el correcto desarrollo de los niños.

No solo les permitirá tener un sitio seguro en donde dormir y pasar el rato, sino que al mismo tiempo les permitirá ganar confianza y, con el paso del tiempo, poco a poco ir desarrollando un sentido de responsabilidad y libertad.

Ya puedes solicitar una cama Montessori en la web oficial de duduk.