Elija un cambiador que sea seguro, estable y fácil de limpiar. Asegúrese de que el cambiador sea lo suficientemente grande como para sostener al bebé y que tenga una superficie antideslizante para evitar que el bebé se caiga.
Elija un cambiador con bordes elevados para evitar que el bebé se caiga. La mayoría de los cambiadores vienen con una almohadilla de cambio extraíble para mayor comodidad.
Elija un cambiador con un compartimento para guardar los accesorios necesarios para el cuidado del bebé, tales como pañales, toallitas, cremas y cepillos.
Asegúrese de que el cambiador sea lo suficientemente ligero como para moverlo de un lugar a otro, si es necesario. Si el cambiador es demasiado pesado, puede ser demasiado difícil de llevar de un lugar a otro.
Si el cambiador es plegable, asegúrese de que esté diseñado para no desplegarse accidentalmente y que tenga un sistema de seguridad de brazos que se ajusta automáticamente para evitar que el bebé se caiga.
Elija un cambiador que sea fácil de montar y desmontar. Esto le permitirá guardar el cambiador cuando no esté en uso.
Elija un cambiador que se ajuste a su presupuesto. Los cambiadores pueden ser bastante caros, así que asegúrese de que pueda costear el que elija.