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Fumar cerca de un niño es una acción dañina que puede tener consecuencias graves en la salud del menor. Esto incluye mayores probabilidades de desarrollar problemas respiratorios, enfermedades cardíacas, dificultades para aprender y problemas de comportamiento. 

Los niños son particularmente vulnerables a los efectos del humo de tabaco debido a su sistema inmune y respiratorio aún en desarrollo. Además, los niños son incapaces de identificar y evitar los peligros de fumar cerca de ellos.

Cuando los niños están expuestos al humo de tabaco, pueden desarrollar problemas respiratorios como bronquitis, neumonía y asma. Estas enfermedades pueden afectar gravemente la salud general del niño, especialmente si no reciben tratamiento adecuado. 

Además, el humo de tabaco también aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas en los niños. Esto incluye enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y presión arterial alta. Estos problemas de salud a menudo requieren tratamiento a largo plazo para prevenir complicaciones graves.

También hay preocupaciones sobre el impacto del humo de tabaco en el desarrollo cognitivo de los niños. Estudios han demostrado que los niños cuyos padres fuman tienen una menor capacidad de aprender, memoria y razonamiento. Esto puede afectar negativamente el rendimiento escolar del niño.

Finalmente, el humo de tabaco también puede afectar el comportamiento de los niños. Los niños expuestos al humo de tabaco tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos de comportamiento como la hiperactividad y la ansiedad. Estos problemas pueden ser difíciles de tratar y pueden afectar negativamente la salud mental del niño.

En conclusión, fumar cerca de un niño puede tener graves consecuencias en su salud. Esto incluye problemas respiratorios, enfermedades cardíacas, dificultades para aprender y problemas de comportamiento. Es importante que los padres eviten fumar cerca de los niños para proteger su salud a largo plazo.