Reconoce sus cualidades: En lugar de centrarse en cualidades físicas, reconoce sus cualidades internas. Esto ayudará a reforzar la autoestima. Siéntate con ellos y habla de los aspectos que aprecias de su personalidad, como su inteligencia, su creatividad o su buen sentido del humor.
Anímalos a tomar decisiones saludables: Ayúdales a entender que hay formas saludables de cuidar su cuerpo y su apariencia. Por ejemplo, puedes hablarles acerca de la importancia de ejercitarse regularmente y de comer alimentos saludables.
Comparta experiencias positivas: Comparte experiencias positivas con tu hijo acerca de su apariencia física. Por ejemplo, anímalo a que se vista con ropa que les guste y que les haga sentirse bien consigo mismos.
Encuentra un equilibrio: Asegúrate de que tu hijo entienda que su apariencia física no es lo único que lo define. Enséñales a ser conscientes de sus cualidades internas y a mantener un equilibrio entre su belleza interna y externa.
Promueve la aceptación: Enséñales a aceptarse tal y como son y a valorar su apariencia sin compararse con otros. Anímalos a aceptar los cambios naturales que suceden a medida que crecen, como el crecimiento de cabello o cambios en el tono de la piel.