Fomentar la autoestima: la autoestima es la base para que el niño pueda valorar su interioridad. Esto se logra a través del refuerzo positivo, elogios y la aceptación incondicional.
Promover el diálogo interno: El diálogo interno ayuda al niño a escuchar su voz interior y a valorar lo que siente en su interior. Esto se puede lograr al animar al niño a reflexionar sobre sus emociones y pensamientos y a expresarlos de forma respetuosa.
Practicar la meditación: La meditación es una forma eficaz de ayudar al niño a desconectar del mundo exterior y conectar con su interior. Esto les ayuda a desarrollar una mayor conciencia de sí mismos y a profundizar en su autoexploración.
Enseñar la paciencia: La paciencia es una habilidad importante para que el niño pueda valorar su interioridad. Esto se puede lograr al ayudarles a desarrollar la capacidad de esperar y de aceptar que todo lleva su tiempo.
Crear un espacio seguro y amoroso: El niño necesita sentirse seguro para poder explorar su interioridad. Esto se logra al ofrecer un entorno amoroso, donde se sienta aceptado y escuchado.