Enseñar a un niño a usar una escoba es una tarea sencilla que no requiere mucho tiempo ni esfuerzo. Lo primero que debe hacer es explicar al niño para qué sirve la escoba.
Explíquele que la escoba se usa para barrer el suelo y recoger la suciedad y los desechos. Luego, muéstrele cómo sujetar la escoba correctamente. Dígale que mantenga una presión firme pero suave en la parte superior de la escoba.
Explíquele que la escoba se usa con movimientos suaves y lentos. Ahora, enséñele cómo sujetar el recogedor de polvo. Explíquele que el recogedor de polvo debe mantenerse cerca de la parte superior de la escoba para que recoja la mayor cantidad de polvo posible. Una vez que el niño se haya familiarizado con el manejo de la escoba, es hora de que practique.
Muéstrele cómo realizar un barrido suave, desde un extremo de la habitación hasta el otro. Dígale que siga la misma dirección para evitar que el polvo se esparza por toda la habitación.
Después de que el niño haya barrido la habitación, es importante que inspeccione el trabajo. El objetivo es que el niño aprenda a no dejar ningún desecho en el suelo. Si hay alguno, pídale al niño que lo recoja. Una vez que el niño se haya familiarizado con el uso de la escoba, es importante que sepa dónde guardarla.
Explíquele que la escoba debe guardarse en un lugar seguro para evitar que se caiga y se rompa.
Finalmente, enséñele al niño cómo limpiar la escoba. Dígale que cepille la escoba con un cepillo de cerdas suaves y luego, que la lave con agua y jabón. Esto ayudará a eliminar la acumulación de polvo, suciedad y pelusa. Enseñar a un niño a usar una escoba es una tarea sencilla que lo ayudará a convertirse en un adulto responsable.
Una vez que el niño aprenda a usar la escoba correctamente, podrá ayudar a mantener limpia la casa.